? EL COLE EST?? TRISTE, SE HA IDO ANA HERREROS , LA SE?O DE RELIGI?N!
El pasado 11 de Febrero realizamos en el hall del colegio Ana Soto un homenaje póstimo a nuestra compañera a cargo de la Comunidad Educativa, en presencia de su fammilia, claustros, y alumnado. Con la presencia del delegado e inspector de centro hubo algunas poesías, canciones, un video de recuerdo y la entrega de una placa a su marido. Fue un acto muy emotivo y entrañable, siempre con nosotros Ana te queremos.
Os dejo el recuerdo en imàgenes de este acto
Carta leída por Jesús Ortega en el entierro
A ANA MARÍA HERREROS ABELLÁN
RECONOCIMIENTO Y HOMENAJE
Escribía Mario Benedetti: “No solo el río es irrepetible, tampoco se repiten la lluvia, el fuego, el viento…” A estas palabras le podríamos añadir: tampoco se repite una persona, una compañera, una amiga como Ana María Herreros Abellán.
La conocí en septiembre del curso escolar 1999-2000. Formamos parte del Claustro de Profesores del Colegio Público “Ana Soto”. Su colegio. A partir de ese momento iniciamos nuestra amistad, nuestro aprecio mutuo ya compartir, curso tras curso, la idea de construir la “Casa de los Valores”, aquellos que siempre la han acompañado, ha vivido y ha educado.
El viaje en esta vida no finaliza con la última estación. Somos conscientes que es un elemento inherente de la misma. Lo importante en este viaje es la calidad del camino que recorremos y el desarrollo de las capacidades que nos identifican como seres humanos.
Su desarrollo personal lo ha construido con la gramática de la ternura que siempre escucha y es paciente, que mima la atención y el cuidado; con la pedagogía de la humildad escrita en su sonrisa y dibujada en su gran generosidad; con la filosofía de la educación y la amabilidad; su interés y amor por todas las personas que la han rodeado, especialmente hacia su familia (Eugenio, María y su nieta) y compañeros/as de trabajo. Ha sido una persona que ha dejado huella en su camino, ha realizado un ejercicio permanente de esperanza y ha contribuido a hacer un mundo mejor.
Como maestra de formación religiosa has dado su saber, su saber hacer, desde una gran vocación. Su valor y coraje de educar en la feha contribuido al desarrollo personal de cientos y cientos de niñas y niños. Diariamente renovaba su ilusión, sus sueños, sus deseos de vivir. Siempre ha dejado algo de ella en la dura tarea de la educación, lo mejor de sí, su fe y sus valores de vida. Ha educado a ser, a amar y a aprender a ser feliz. Todos ellos se han llevado algo de ella, hasta su sonrisa.
Duele profundamente la despedida, el adiós, más no debemos dejar paso al silencio, al triunfo del olvido porque su luz se ha transformado, a partir de este momento, en lección de vida,como buena persona y maestra, en recuerdo vivo y permanente, en abrazo de eternidad. En mi corazón siempre estarás presente amiga y compañera Ana porque “el amor es más fuerte que la muerte”.
Nuestro pecho es una cajita
para guardar tu corazón,
con él sentiremos alegría,
paz, felicidad y amor.
Si a él acercamos nuestra mano,
lo escuchamos vibrar de emoción.
Está bombeando sonrisas,
ternura y gran ilusión.
¡Qué órgano tan importante!
¡Qué bonita es su función!
¡Danos tus recuerdos!
porque con ellos siempre te tendremos
en nuestra mente y corazón.